DIA 4 -> De “Chinito tú” al brillo de la noche: ¡un día para recordar!
¡Hola queridas familias!
Hoy hemos comenzado el día con una melodía que nos ha sacado sonrisas desde el primer minuto: ¡“Chinito tú y chinita yo”! Los monitores nos han despertado con esta canción tan pegadiza que no hemos podido evitar arrancar el día bailando. ¡Así da gusto levantarse!
Con el ritmo aún en el cuerpo, hemos disfrutado de un desayuno delicioso: magdalenas esponjosas y cereales crujientes que nos han dado la energía necesaria para enfrentarnos a… ¡el gran Mundial deportivo del campamento!
Durante toda la mañana, nos hemos convertido en atletas internacionales, compitiendo por equipos representando a países como Japón, México, Brasil, Grecia y Canadá. Ha sido una jornada llena de emoción, compañerismo y espíritu deportivo. ¡Qué orgullo ver cómo todos animábamos y nos hemos esforzado al máximo!
La comida ha sido otro momento estelar: arroz con tomate para abrir boca, seguido de huevos con salchichas y patatas que nos han dejado más que satisfechos. Y para rematar… ¡un yogur fresquito que nos ha sentado de maravilla!
Pero lo más espectacular ha sido la performance sorpresa que hemos preparado durante la comida: ¡una actuación estelar con la canción de “Expresso Makiato”!
Tras un merecido descanso, la tarde ha estado llena de creatividad, juego y aprendizaje. Hemos rotado por varias actividades súper chulas:Taller de atrapasueños, donde cada uno ha creado su propio amuleto para cazar buenos sueños.
Juegos cooperativos y dinámicas de confianza, que nos han enseñado a apoyarnos, comunicarnos y confiar en nuestros compañeros.
Gymkana de inglés, donde hemos puesto a prueba nuestras habilidades lingüísticas mientras nos divertíamos a lo grande.
La merienda ha sido una explosión de sabor y color: ¡macedonia de frutas que nos ha recargado las pilas! Después, una buena ducha para quitarnos el sudor del día y prepararnos para la cena.
Esta noche hemos cenado champiñones al ajillo y sajonia a la plancha. ¡Un festín digno de campeones! Y de postre… ¡helado! Porque sí, nos lo hemos ganado.
Para cerrar este día tan completo, hemos vivido una velada mágica: luciérnagas. Los monitores, armados con linternas, han intentado pillar a los acampados que se movían sigilosamente por la oscuridad. ¡Risas, emoción y mucha adrenalina bajo las estrellas!
Además hoy hemos trabajado un valor muy importante: la responsabilidad. Seis de nosotros hemos tenido que cuidar de un pequeño huevito durante el día, llevándolo con nosotros a todas partes como si fuera un tesoro frágil. ¡y no ha sido nada fácil mantenerlo intacto entre tanto movimiento!
“A veces, cuidar de algo tan pequeño como un huevito nos enseña lo grande que puede ser nuestra capacidad de amar, proteger y crecer.”
Comentarios
Publicar un comentario